Mamíferos Mexicanos en Peligro de Extinción
Introducción: la Norma Oficial
Mexicana 059 de SEMARNAT, establece los parámetros para considerar a una
especie dentro de las diferentes categorías de riesgo, la
mitad de las especies de mamíferos silvestres que viven en México
son reconocidas en algún nivel de peligro de extinción. Esto se debe a la gran
devastación que hemos hecho de bosques, selvas, desiertos, arroyos, playas,
mares, etcétera, en los que, aún sin intención, hemos destruido los hábitats de
un gran número de especies.
Desarrollo: La gran mayoría de los pequeños
mamíferos (roedores, quirópteros, pequeños carnívoros, etcétera) ven en la
destrucción de su hábitat la principal causa de su desaparición; sin embargo,
es importante destacar dos grupos, que no son los más numerosos pero sí
importantes por las interacciones que tienen con el ser humano y la poca
atención que se les ha prestado en sus problemáticas de conservación: los
mamíferos marinos y los grandes carnívoros.
Mamíferos marinos:
En Mexico están presentes
prácticamente todas las familias de cetáceos, excepto los delfines de río como
el del Amazonas, la súper familia Platanistoidea; la beluga y el narval,
Monodontidae, y la ballena franca enana, la única de la familia Neobalaenidae.
En cuanto a los pinnípedos, de las tres familias sólo falta la de las morsas,
Odobenidae. Sin embargo, es interesante notar que la costa occidental de Baja
California fue escenario para la evolución de las morsas, pues allí se han
encontrado fósiles de estos organismos. En la familia Balanopteride (verdaderas
ballenas) la NOM reconoce 7 especies, 6 de las cuales están bajo el régimen de protección
especial y una en peligro; 18 miembros de la familia Delphnidae (delfines
y orcas); 2 de la familia Keogidae (Cachalotes); 2 de la familia Phocoenidae
(marsopas), entre ellas la vaquita marina, y, finalmente, 5 de la familia Zifinidae
(ballenas picudas). Prácticamente todas estas familias están bajo
protección especial, porque la gran mayoría de las especies de cetáceos usan
las aguas mexicanas como lugar de procreación. Casi todas las especies, además,
han sufrido cacherías intensivas, en su mayoría fuera de las aguas mexicanas y
tienen bajas tasas reproductivas. Estos estatus de protección corresponden
frecuentemente a acuerdos internacionales. Un caso especial son los delfines y
las marsopas, como la vaquita marina, frecuentemente atrapados en redes de
pescadores en las que perecen por asfixia.
Los grandes
carnívoros:
México presenta una gama de
carnívoros dentro de su mastofauna nativa. Tenemos varios representantes de los
carnívoros, los cuales podemos dividir, arbitrariamente, en dos grupos: los
pequeños carnívoros, dentro de los que encontramos a los zorrillos, las
comadrejas, los cacomixtles, etcétera. Éstos se encuentran en peligro de
extinción, principalmente por la destrucción de su hábitat, o bien por la caza
directa; sin embargo, en la mayoría de los casos estos animales tienen tasas de
reproducción relativamente altas, que les permiten sobrevivir aún en zonas con
alta presión humana, en pequeñas áreas naturales. Estos micro-carnívoro
consumen en su mayoría insectos, aves, reptiles o algunos mamíferos de menor
tamaño. en la actualidad los grandes carnívoros mexicanos estén en gravísimo
peligro de extinción, a pesar de que muchos de ellos deberían ser motivo de
orgullo nacional.
Felinos:
De los seis felinos silvestres (Cervantes
et al. 2003) que habitan el territorio nacional, el más conocido es el
Jaguar (Panthera onca). Esta especie de origen tropical ha sido
reconocida como el más poderoso de los depredadores, de ahí que los antiguos
pueblos mesoamericanos dieran gran importancia a su presencia (Armella et
al, en prensa). Este bello animal se distribuía en todas las zonas
tropicales de México. Aunque actualmente se ha encontrado en todo el sureste,
principalmente en Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, se le ha localizado en estados
del norte como Sinaloa, mientras que en el Golfo se han reportado jaguares casi
hasta la frontera con Estados Unidos y es posible que entren en ese país.
Como en el caso de muchos otros felinos, no se
conoce realmente la situación real del estado de conservación de esta especie,
entre otras causas porque, como todos los felinos americanos, es solitario y
tiene hábitos nocturnos, además de ser sigiloso por naturaleza. Gracias a esto
prácticamente se conocen los ejemplares que interactúan con el hombre,
desgraciadamente casi siempre de manera negativa. Si bien el jaguar fue cazado
extensivamente por su piel, las fuertes regulaciones tanto nacionales como
internacionales, acerca del comercio
de pieles, han tenido un impacto positivo en la disminución de la caza furtiva.
Sin embargo, la cacería ilegal aún se presenta pretextando la depredación que
causan o pueden causar sobre el ganado.
El Puma (Felis concolor) es un felino
que habita en los bosques del norte del país, de donde es originario, y ha
migrado hasta el sur del continente. Siendo la única especie, la falta de
hábitat ha hecho que las pequeñas poblaciones que aún existen emigren hacia
hábitats más tropicales. Su situación es quizá más desconocida que la del Jaguar.
Es la única especie de los felinos que no aparece en la norma oficial bajo
ninguna condición de riesgo. Para la Unión Internacional de Conservación de la
Naturaleza, esta especie es considerada como de “ultima preocupación” (least
concern), lo que quiere decir que no se encuentra en grave situación de
conservación, debido principalmente a su amplio rango de distribución, aunque
es importante hacer un seguimiento de sus poblaciones
Osos:
Otro grupo importante de grandes
carnívoros es el de los osos. En México alguna vez habitaron las dos especies
de grandes Ursidos Americanos: el Grisli (Ursus arctos) y el Oso Negro (Ursus
americanus). El primero aparece en la NOM-059 con el estatus de extirpado
del medio natural. En México no se conoce la presencia de esta especie desde
los años sesenta del siglo XX (animalesextinción. es). La subespecie que
habitaba en nuestro país era el Ursos arctos nelsoni, cuyas descripciones
indican que era enorme, pues alcanzaba hasta 1.90 m de alto, parado en dos
patas, y más de 300 kg de peso. La principal razón de su desaparición fue la
cacería indiscriminada, aunada a su bajo potencial reproductivo. Por ser un
carnívoro cazador se le atribuyó la destrucción de ganado en el norte de
Mexico.
Cánidos:
La familia de los cánidos es la tercera de los
grandes depredadores. Cervantes et al. reconocen cuatro especies de esta
familia: el coyote (Canis latrans) y la zorra gris (Urocyon cineroargentatus)
no están considerados en peligro por la NOM-059-2001. Son especies muy
adaptables y esquivas, con altos potenciales reproductivos y omnívoros, por lo
que pueden comer prácticamente lo que sea. Dos especies más de la familia
cánide sí aparecen en la Norma: la zorra del desierto (Vulpes velox), de la
cual se reportan 6 subespecies, todas bajo el criterio de amenazadas. Su
distribución reducida, tamaño pequeño y hábitat específico, hacen que esta
especie esté en peligro de extinción. El lobo mexicano es el último de los
grandes carnívoros que está considerado por la NOM-059 como extirpado del medio
natural. Los últimos ejemplares de que se tenga evidencia científica, fueron
capturados a finales de la década de los setenta en Durango y Chihuaha. Desde
entonces los escasos reportes de aullidos o avistamientos no han podido ser
comprobados.
Conclusión:
En general, debido a lo complicada
que es la conservación de los mamíferos en México en los albores del siglo XXI;
el incremento en la población humana, y la destrucción intensiva de las zonas
naturales, en gran media por problemas de corrupción y la falta de compromiso
con la naturaleza, se reducen cada vez más los hábitats en que viven los
mamíferos silvestres grandes y pequeños. Si bien el cambio de actitud mostrado
por algunas autoridades y la existencia de leyes e instrumentos jurídicos cada
vez más estrictos, permiten albergar la esperanza de que muchas de las especies
encontrarán refugio para estar a salvo y sobrevir, es claro que solamente a
través de la educación ambiental de la población; la generación de opciones
productivas como el ecoturismo, y los aprovechamientos sostenibles, se
encontrarán estos sitios de manera más sencilla. Los mamíferos siempre serán
una parte importante en la ecología de los ecosistemas que habitan, pero por su
cercanía biológica con el ser humano también serán un importante atractivo para
fomentar actividades de interes ambiental, basadas en la observación, la
escucha y la interacción con estos maravillos animales.
Reflexiones:
Es
así como concluimos en que la conservación de especies es muy complicada ya que
hay animales que son muy independientes y solitarios es algo difícil
protegerlas, si el gobierno estuviera interesado en proteger su flora y su
fauna sería algo muy importante no solo para el país si no para el mundo entero
ya que son pieza fundamental para conservar el equilibro del ecosistema.
¿Por qué has elegido ese tema?
Me llamo mucho la atención este tema
ya que en la actualidad nuestros animales como la flora y fauna están en
peligro por la mano del hombre que sea vuelto tan ambicioso y se ha olvidado de
la importancia que todo esto tiene y que
si no reaccionamos a tiempo podrían desaparecer.
¿De dónde partiste para empezar a escribir?
Me base al material que nos proporcionaron,
a los link que son de mucha ayuda y a la reflexión de todo lo comprendido.
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